La semana pasada, se pusieron en contacto conmigo como docente confinada, para que contara un poco como eran nuestras andanzas en una educación a distancia sin una base previa, en la que, de un día para otro, tuvimos que adaptar casas, para que se convirtieran en las nuevas aulas durante un tiempo.
Una entrevista, a mi parecer, muy necesaria, ya que los profesores, todo este tiempo hemos estado a las sombras de una pantalla, detrás de un ordenador, aplaudiendo a las 8 de la tarde, pero siendo los grandes olvidados a pesar de que, una gran parte de nosotros, muchos, sin conocimientos previos de teleformación, estamos dando lo mejor de nuestros conocimientos para que esto siga rodando y para que, nuestros alumnos y alumnas sigan aprendiendo.
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